jueves, 1 de septiembre de 2011

¿Por qué leemos?

Aquellos que fuimos educados en la lectura por placer nos preguntamos por qué nuestros jóvenes no leen. Es preocupante cuando vemos a los jóvenes horas y horas jugando en un computador un juego interactivo de guerra o violencia, pero no los vemos leyendo un buen libro en formato impreso o electrónico. Un refrán  antiguo dice: "La violencia engendra violencia" y eso es lo que vemos en nuestra juventud, mucha violencia verbal y física. Hay que empezar a cambiar esa actitud desde el hogar mismo.

Los padres de familia tienen un gran reto en esto: volver a la cultura lectora. Son muchos los hogares de estudiantes donde sus padres no son lectores, sino que son de padres "televisivos". Muchos llegan de sus trabajos y lo único que quieren es ver televisión: noticias, novelas, películas, etc. Hay que sacar tiempo para la lectura diaria, hay que enseñarle a nuestros hijos que la lectura genera placer, disfrute, entusiasmo, creatividad y...¡ tantos estímulos! Si los jóvenes leyeran más, tendrían más conocimientos complejos y serían proficientes o avanzados en las Pruebas Puertorriqueñas de Aprovechamiento Académico.  Sería así porque  la lectura nos ayudan a interconectar pensamientos e ideas que generan otras más complejas en el cerebro. Es ahí donde se da el aprendizaje...en el cerebro y hay que cultivarlo con buenas lecturas.
Y no digo que jugar sea malo, no señor, es muy divertido. Sin embargo, tenemos la responsabilidad como padres de balancear la manera en que nuestros hijos usan el tiempo. Hay que educarles en que hay maneras diversas de pasar el tiempo: unas medianamente activas, unas de gran esfuerzo físico y otras pasivas que ayudan al cuerpo a la relajación.
P:or eso es tan importante educarles en la lectura desde sus primeros latidos cuando la madre tiene al bebé  en su vientre, cuando está dando sus primeros pasos, en el preescolar, en la primaria y así llegará a la secundaria con un gusto por la lectura cultivado. Ese estudiante no será de aquellos que sufrirá a la hora de leer un libro en secundaria o en universidad como requisito de un curso de literatura, porque ha cultivado el gusto por la lectura. Padres leer no es un maratón de horas...empecemos con 15 minutos al día de lectura en la familia: el padre, la madre, los hijos. Dedíquen tiempo a cultivar el cerebro no solamente a cargarlo con hiperactividad. La lectura puede ayudar mucho a calmar la hiperactividad que sus hijos cargan luego de usar los videojuegos. ¡Inténtenlo! Compre un buen libro para su hijo o su hija y haga que todos los días lea por 15 minutos. Verá cómo el chico o la chica después le pedirá otro. Cultive el cerebro de su hijo y no se arrepentirá.

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