lunes, 23 de agosto de 2010

Vacaciones para leer buenos libros y viajar...

¿Qué hiciste durante el verano además de descansar y comer? Mi verano lo disfruté viajando y leyendo, claro está aparte de las obligaciones diarias. Mi viaje fue planificado con alguna antelación pero no demasiado, eso arruinaría las expectativas y la aventura. Originalmente iba hacia Londres, París e Italia pero inesperadamente el viaje fue cancelado por la compañía y el grupo de amigos se diluyó. No dejé que esa mala experiencia me amilanara por lo que decidí buscar un destino desconocido pero cercano a mi país. Fue así como decidí ir a Canadá con paradas en New York, Washington y Pennsylvania. El viaje, planificado por una compañía dedicada a esos menesteres, fue excelente. El percance de quedarnos varados dos días en el aeropuerto, aunque al inicio fue agónico, nos permitió quedarnos dos días adicionales en New York que aprovechamos al máximo para recorrer  y complacer a mi sobrino llevándolo a Macy's.
            Sin embargo, mi pasión por la lectura me permitió en este verano disfrutar de un maravilloso libro obsequiado en Navidades por una compañera de escuela, Ginger, y que aún no lo había leído. Es el libro El símbolo perdido de Dan Brown, versión en español. Me encanta leer a Dan Brown es un magnífico autor de ficción bien documentado y detallista. Este libro te obliga a leer y leer sin quitarle la vista mucho rato, ¡es maravilloso! Su trama lleva al insigne profesor Robert Langdon, a viajar a Washington invitado por un amigo para verse envuelto en una intriga que envuelve a la Masonería, los políticos, la CIA y al reconocido Instituto Smithsoniano. El libro abre una puerta a mirar esta secta desde la perspectiva moral más que religiosa. Es muy interesante su lectura por lo que la recomiendo a aquellos que como yo son fanáticos de la ficción con visos históricos.

Por otra parte, también leí tres libros de autores puertorriqueños: Horas nuestras de Alexis Morales Cales,esposo de la compañera bibliotecaria Yolanda Torres de Lares; Kujón : Las Bestias y los Guerreros del Oriente -Épica taína [1492] de Aníbal Muñoz; y La Cuesta de los Judíos número 8 de Hiram Sánchez Martínez. 



            Me gustó más el de Hiram Sánchez, La cuesta de los judíos número 8, porque me recuerda datos de mi propia niñez en el pueblo antes de mudarme al campo cuando estudiaba en el colegio católico, las visitas a los abuelos en su casa del campo y los juegos infantiles de esa época: toleteros, jaxs, esconder, carritos, etc. Es una estampa pueblerina muy pintoresca la que nos ofrece Sánchez de los años 1950 al 1968 en Puerto Rico.
Horas nuestras son vivencias históricas relatadas por el periodista en su estilo particular, sin seguir una trama  ni un orden específico. El autor señala que es el libro I que incluye los años 1950 al 1956. Su estilo es ecléctico mezclando la crónica con la narración de hechos e historias de personajes que no pretenden sino añadir veracidad al trasfondo histórico de la narración. Es interesante porque nos recuerda ese pasado en Puerto Rico que muchas veces se pretende olvidar y no lleva a cometer los mismos errores.


Kujón nos relata una épica taína contra el famoso "Chupacabras" aliado de los Caribes acontecida en 1492, antes de la conquista de los españoles. La trama comienza con un sacerdote español entrevistando a un anciano taíno sobre un mito que circula entre este pueblo: Kujón y los Guerreros del Oriente contra un enemigo bestial e implacable llevado a Boriquén por los caribes  para acabar con la raza taína, la raza boricua. Kujón nos da una lección de valor inigualable y una exhortación a defender a la patria contra todo enemigo. Es una lectura de ficción histórica amena que te transporta a la época de nuestros taínos. La recomiendo como lectura para los jóvenes que les gusta los temas misteriosos y los enigmas como el chupacabras.



Como ven,la lectura es un bálsamo para el alma además de ayudarnos a conocer acontecimientos que pueden ser o no ser reales pero no dejan de ser interesantes.


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